No Guru, no method, no teacher Just you and I and nature And the Father and the Son an the Holy Ghost In the garden wet with rain
I "La casa del cielo esta deshabitada", escribió un poeta con más nostalgia que razón. Pero la casa del cielo no está deshabitada… somos nosotros -sí, nosotros- los que hemos estado deshabitados desde siempre. Recorremos el bosque de altas lanzas quemadas buscando una señal para volver a casa. Recorremos el hondo bosque donde el sol cristaliza sus vitrales de humo sordos al clamor de la safia vendimia callejera. Recorremos la catedral como si fuera la osamenta de un animal inimaginablemente antiguo cuya estructura, forma y función somos incapaces ya de reconstruir. ¡Oh píos negocios de la Edad de Plomo apagados al fondo de las pupilas secas! Recorremos el mundo entero pero no podemos dar con nuestra casa.
II Una suave paloma se posa en la cabeza gastada de un profeta como un niño que con una armónica quisiera ganarse la vida. La vida está ganada. La vida está perdida desde siempre. Y no hay remedio, no hay remedio… somos la materia prima en el desierto de los días, la materia dura sin cantero ni cantor. Materia densa, organizada para la música pero cifrada en una partitura incomprensible, compuesta para otros instrumentos y otras voces. La ligereza -en cambio- de la paloma… ¡Déjanos aquí abajo con nuestras tribulaciones y la amarga sospecha de que no hemos de salir jamás del laberinto que hemos construido con oscuros sueños y deseos renegridos a fuerza de no ser bien deseados, cumplidos, satisfechos! Emprende el vuelo y remonta la inmensa masa de piedra en tus leves alas de gasa más transparentes que el deseo de beber, de dormir o de llorar.